Cuando se produce un accidente de tráfico en el que una persona causa un perjuicio a otra, se origina una deuda de responsabilidad civil a la que la primera debe hacer frente. Sin embargo, este es un concepto que no se limita a este ámbito.
Para arrojar luz sobre este tema, vamos a explicarte todo lo que tienes que saber acerca de la responsabilidad civil.
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Contacta conmigo¿En qué consiste la responsabilidad civil?
La responsabilidad civil es la obligación que tiene una persona de reparar los daños o perjuicios que haya provocado en otra persona o en sus bienes. Como veremos a continuación, esta responsabilidad puede tener distintos orígenes.
¿Dónde se regula la responsabilidad civil?
La responsabilidad civil se deriva del artículo 1089 del Código Civil, que establece lo siguiente:
Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos y cuasi contratos, y de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o negligencia.
¿Qué tipos de responsabilidad civil existen?
Según cuál sea su origen, y siguiendo lo establecido por el Código Civil, la responsabilidad civil puede ser: contractual o extracontractual.
Contractual
La responsabilidad civil contractual se da cuando entre las partes existe un contrato. Si el incumplimiento del contrato por una de las partes causó un daño o perjuicio a la otra, la segunda tendrá derecho a reclamar una indemnización equivalente al daño o perjuicio sufrido.
Extracontractual
Se produce cuando no hay ninguna relación contractual entre las partes. La responsabilidad civil extracontractual se genera cuando una persona produce un daño (por acción u omisión) a otra persona. Debe tratarse de un perjuicio que esta última no tenía obligación de soportar.
Los accidentes de tráfico son un ejemplo de responsabilidad civil extracontractual.
¿Qué consecuencias tiene la responsabilidad civil?
Cuando se establece la responsabilidad civil de una persona, esta debe responder por el daño causado. Puede hacerlo restituyendo o reparando dicho daño si es posible, y en caso contrario, indemnizando al perjudicado.
¿Cuáles son los principios que rigen la responsabilidad civil?
Los principios que se aplican en la responsabilidad civil son los siguientes:
Responsabilidad patrimonial universal
La persona civilmente responsable responderá con todo su patrimonio, presente y futuro, al cumplimiento de su obligación.
Esto quiere decir que si en el momento actual esa persona no cuenta con recursos para afrontar los daños producidos por su acto o incumplimiento, continuará obligada a hacerlo con aquellos bienes que obtenga en un momento posterior.
Reparación íntegra
Quien sea civilmente responsable tendrá que devolver a las cosas el estado en que éstas se encontraban antes de su actuación.
Por esta razón, antes de indemnizar al perjudicado, será preferible que restituya o repare el daño que le ha causado.
La indemnización debe contemplar tanto los daños causados a nivel personal, material y moral, como el daño emergente (pérdidas ocasionadas por el perjuicio provocado) y el lucro cesante (lo que el perjudicado hubiera ganado si no se hubiera producido el daño).
¿Cuáles son los elementos de la responsabilidad civil?
Para que se contemple la responsabilidad civil de una persona, es necesario que concurran los siguientes elementos:
- Elementos personales. Tienen que existir dos personas: la que produce el daño y la que lo sufre. La persona que provoca el perjuicio es civilmente responsable de su reparación o sustitución, o bien de indemnizar el daño si lo anterior no es posible.
- Lesión. Se debe haber producido una lesión por el incumplimiento de un contrato o por un ilícito civil (como ocurre en el caso de un accidente de tráfico en el que se causa un perjuicio a otra persona).
- Cuando la responsabilidad civil se deriva de un contrato, habrá que evaluar el perjuicio económico causado por su incumplimiento o cumplimiento defectuoso.
- Si la responsabilidad civil es extracontractual, en principio se valorarán sus consecuencias en sede judicial. No obstante, en el caso de los accidentes de tráfico, se intenta llegar a un acuerdo entre las compañías aseguradoras para evitar el juicio.
- Relación de causalidad. Entre la acción que provoca el daño y la lesión debe existir un nexo causal. Por lo tanto, por regla general, ninguna persona está obligada a responder de los daños fortuitos, a menos que su deber fuera evitarlos. Tampoco se tiene que hacer frente a los daños que no se pueden evitar o prever. En algunos supuestos bastante excepcionales (como daños personales en accidentes de tráfico o de avión), sí se responde en estos casos, es lo que denominamos “objetivación de la responsabilidad”.
¿Para qué sirve un seguro de responsabilidad civil?
Hay casos en los que la persona civilmente responsable no tiene la posibilidad de responder al daño causado, por no contar con recursos económicos para ello. No obstante, la deuda nacerá y quedará obligada al pago incluso mediante embargo de sus bienes.
Pues bien, para evitar este tipo de situaciones, y cuando se prevea que se pueden dar, es conveniente contratar un seguro de responsabilidad civil. Este seguro se hará cargo de dicha responsabilidad de forma solidaria, a cambio del pago de un precio por parte del asegurado.
El seguro de responsabilidad civil es obligatorio en ciertas ocasiones. Esto sucede con los seguros de circulación, por lo que, cuando una persona provoca un daño a otra en un accidente de tráfico, será el seguro quien se hará cargo.
Al ser obligatorio, provocar un accidente de tráfico sin tener contratado el seguro de circulación tiene dos importantes consecuencias:
- El civilmente responsable tendrá que hacer frente con sus propios medios a la reparación o restitución del daño causado, o bien a la indemnización correspondiente. En los accidentes de tráfico, esto puede suponer el pago de cifras muy elevadas.
- Y además, esta persona deberá asumir la multa por conducir sin tener contratado un seguro de circulación (multa que puede superar los 3.000 euros en los casos más graves).