Tras haber sufrido un accidente de tráfico, el tiempo corre en contra del lesionado, ya que un paso mal dado puede implicar que más adelante perciba una indemnización insuficiente o, incluso, no la perciba.
Las pólizas de seguro o los mal llamados “papeles del coche” no indican nada al respecto, por lo que suele existir un profundo desconocimiento que muchas veces pone en peligro el fin último: la reparación total del daño.
Por ello, resulta imprescindible asesorarse por un especialista desde un primer momento.
Puedo ayudarte
Soy abogado especialista en accidentes de tráfico. Si necesitas un abogado con amplia experiencia en reclamación de accidentes de tráfico, contacta conmigo e infórmate sin compromiso.
Contacta conmigoPasos a seguir tras haber sufrido un accidente de tráfico
1. Rellenar correctamente la declaración amistosa de accidente
La declaración amistosa es un documento que suelen facilitar las aseguradoras y que llevamos habitualmente en la guantera del vehículo. Sirve para hacer constar los datos de los vehículos implicados y las circunstancias que rodearon el siniestro.
Resulta irrelevante si el perjudicado es conductor, pasajero o peatón, a todos beneficiará recabar esa información para poder llevar a cabo todo lo que viene después del accidente.
Cuando decimos datos de los vehículos nos referimos a marca, modelo, placa de matrícula, aseguradora y número de póliza. También se debe hacer constar al asegurado, al conductor en el momento del accidente y si había más personas viajando en los vehículos aparte del conductor.
En lo que a las circunstancias del siniestro se refiere, es esencial poder conocer el lugar y la fecha en que se ha producido el accidente de tráfico, cómo se produce (si la colisión es frontal, lateral, por alcance trasero…), cuál de los conductores resulta responsable, qué presunta infracción cometió y si existen o no lesionados derivados del mismo.
Esto permitirá determinar a quién corresponde la responsabilidad (a qué conductor) para poder reclamar las consecuencias lesivas a la aseguradora de dicho vehículo.
La firma de ambos conductores al pie de la declaración amistosa constituye una prueba de consentimiento con respecto al contenido que se hace constar en la misma.
¿Qué hago si el otro conductor se niega a rellenar la declaración amistosa?
En tales casos, resulta muy aconsejable llamar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para que redacten el correspondiente atestado. A la llamada acudirá la policía local cuando se produzca dentro de un poblado o la guardia civil si el siniestro se produce fuera.
El atestado es un documento oficial redactado por agentes de la autoridad que sirve para dar fe de las circunstancias en las que se produce un determinado accidente. También recibe el nombre de diligencias a prevención o informe estadístico, según los casos. La importancia de este documento reside en el hecho de que los agentes de la autoridad gozan de presunción de veracidad.
Su opinión, por llamarla de alguna manera, se hace constar en un apartado que se suele denominar “criterio de la unidad actuante”, en el que se dispone la razón o el motivo por el que, según ellos, se produjo el accidente, es decir, cuál fue la causa presumible del mismo.
No obstante, no debemos olvidar que todos somos humanos y podemos errar, por lo que, si hubiese contradicciones en el documento y pruebas en contra, podría echarse abajo la presunción de veracidad en sede judicial.
Por otro lado, también hay casos en los que no existe un parte amistoso ni tampoco un atestado que acredite que se ha producido un accidente de tráfico. En este post te contamos lo que sucede en estos supuestos con la reclamación.
2. Tomar fotografías del siniestro
Lamentablemente, hay situaciones en las que la falta de fotografías del accidente y la disparidad de versiones entre los conductores implicados puede derivar en la negativa por parte de la compañía aseguradora a la indemnización reclamada.
Por ello, resulta aconsejable fotografiar los vehículos inmediatamente después del siniestro.
Esto puede arrojar luz en relación a la dinámica del accidente y a su ocurrencia o no. A nosotros, en más de una ocasión, nos ha servido para convertir el rechazo inicial de una aseguradora en una oferta motivada de indemnización y en la reparación del vehículo de nuestro cliente.
3. Dar parte a la aseguradora
La obligación de dar parte a la compañía de seguros deviene de la propia Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro. Su artículo 16 establece un plazo máximo de 7 días tras la ocurrencia del siniestro, da igual que se sea el responsable o el perjudicado.
El que se establezca en dicha Ley significa que esa obligación opera en los seguros de todos los ramos y no solo en relación al seguro obligatorio del automóvil. Transcurrido el plazo, la aseguradora podrá reclamar el perjuicio sufrido por ello, si lo hubiere.
4. Asistir a urgencias y poner de manifiesto las lesiones en un parte médico
Ello en el plazo máximo de 72 horas después del siniestro. Transcurrido el plazo, la aseguradora podrá defender que no existe relación de causalidad entre el accidente y las lesiones, porque no se ha cumplido el criterio cronológico.
Excepcionalmente, cuando el accidente es muy importante y la existencia de lesiones es algo notoria, bien porque aparece en el atestado o bien porque existen fotografías, podrá acreditarse que, pese a no haber informe médico, se sufrieron lesiones.
¡Cuidado! Las asistencias médicas derivadas de accidentes de tráfico no son gratuitas, por lo que el lesionado habrá de rellenar en el centro médico u hospitalario el denominado “documento de cobros a terceros”.
Con él, se pone de manifiesto que ocurrió un accidente de circulación y, señalando los vehículos y aseguradores implicados, se les girará a ellos la factura.
Acudir a un especialista en accidentes de tráfico
Son muy numerosas las ocasiones en que un lesionado acude al despacho meses después de haber sufrido un accidente de tráfico y, de ellas, son excepciones contadas las veces que no se ha cometido un error que se traducirá en una indemnización insuficiente.
Por ello, siempre aconsejamos contactar con un abogado especialista antes de dar ningún paso. Solo así, los pasos serán todos los correctos y se garantizará la máxima indemnización posible en relación al daño realmente sufrido.